Rueditas de chocolate, vainilla y limón

Son masitas muy antiguas pero ideales para agasajar a los niños en su día.
Ingredientes:
125 grs. de manteca a temperatura ambiente.
125grs. de azúcar.
1 huevo.
3 cucharadas de leche.
250 grs. de harina 0000.
2 cucharaditas de polvo de hornear.
1 pizca de sal.
1 barrita de chocolate derretido.
2 cucharaditas de esencia de vainilla.
Ralladura de 1/2 limón.
Preparación:
Derretir la barrita de chocolate y reservar.
Ubicar en un recipiente la manteca blanda e incorporar el azúcar de a poco mientras se bate bien, puede ser con un batidor de mano.
Separar el huevo y guardar la clara para usar más tarde. Agregar la yema y perfumar con la esencia de vainilla. Batir bien. Añadir la leche intercalando con la harina previamente tamizada junto al polvo de hornear y la sal.
Trabajar hasta obtener una masa suave. Dividir en dos partes. A una unirle el chocolate derretido hasta obtener una pasta lisa y guardar en la heladera por media hora.
Separar en dos la masa restante, adicionarle sólo a una la ralladura de limón.
Guardar separadas en la heladera.
Espolvorear con harina la mesada, sacar la masa de chocolate, estirar formando un rectángulo y partir en dos.
Estirar las otras dos pastas, esparcir harina sobre las masas para trabajar con más facilidad.
Pincelar suavemente con la clara batida la masa de chocolate dividida en dos. Usar como base y poner sobre una, la pasta de vainilla y en la otra la de limón.
Arrollar presionando suavemente hasta obtener dos cilindros, envolver cada uno con papel film o de aluminio. Llevar a la heladera y enfriar durante varias horas.
Generalmente las preparo la noche anterior y las cocino a la mañana siguiente.
Retirar del refrigerador, sacar del envoltorio, y cortar en rodajas de ½ cm de espesor.
Ubicar las masitas separadas en asaderas enmantecadas y cocinar en horno medio entre 15 a 20 minutos.
Retirar y servir a los niños y no tan niños acompañando la chocolatada o un café.
La receta original sólo es de vainilla y chocolate y pertenece a un librito del polvo de hornear más famoso del año 1952. Lo heredé de mi suegra, la abuela Josefa, quien me enseñó a amar la cocina.
Gracias a mi amiga Raquel que las preparó junto a un exquisito té y me las hizo recordar.
Feliz Día para todos los Niños y para los que aunque ya no lo son, lo tienen guardado en un rincón del corazón.
La abuela Martha – consultas y dudas a: [email protected]
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