El maní o cacahuate se conoce desde hace miles de años.
Es una planta que llega a medir de 30 a 50cm de altura con flores amarillas y frutos que crecen bajo el suelo dentro de una vaina leñosa que contiene de una a cinco semillas.
Se considera que su origen se encuentra en las zonas tropicales de América del Sur.
Investigaciones arqueológicas llegaron a la conclusión que los Incas fueron los encargados de impulsar su cultivo en varias zonas del continente americano, llegando hasta las civilizaciones Maya y Azteca y al norte de lo que sería el Virreinato del Río de la Plata.
Los conquistadores españoles lo introdujeron en Europa y África y en el siglo siguiente, el XVII, los mercaderes portugueses lo llevaron al continente asiático.
En la actualidad China e India están considerados como los principales productores del mundo.
El aceite que se obtiene de este fruto es muy preciado por sus excelentes propiedades al igual que la harina que puede ser utilizada en recetas para celíacos.
Quiero terminar esta reseña mencionando a la sabrosa pasta de maní, tan famosa en los Estados Unidos.
Ingredientes:
Masa:
150grs. de harina.
1 cucharadita de polvo de hornear.
50grs de azúcar.
50grs de manteca.
1 yema.
Ralladura de 1limón mediano.
50cc. de leche.
Relleno:
200grs de maní pelado y procesado.
1 cucharada de aceite de maní.
1 cucharada de miel.
1 o 2 cucharadas de azúcar.
1 huevo.
Cubierta:
Azúcar molida o impalpable para espolvorear.
1clara. – Cacao o chocolate fundido.
Preparación:
Mezclar la harina con el polvo de hornear, el azúcar y la ralladura de limón. Incorporar la manteca fría y desmenuzar hasta integrar.
Hacer un hoyo en el centro y poner la yema y la leche para unir. Formar un bollo suave y dejar descansar en la heladera 20 minutos.
Para el relleno es necesario procesar los maníes con una o dos cucharadas de aceite de maní (si no tienen reemplazar por aceite neutro) y una de miel hasta obtener una pasta cremosa, ésta es la base de la pasta de maní.
Agregar a la pasta una o dos cucharadas de azúcar y mezclar con el huevo apenas batido.
Estirar la masa con el palote y cortar rectángulos del tamaño de las tapas de los pastelitos comprados.
En este paso podemos pedir la ayuda de los más pequeños para que ellos ubiquen en el centro de cada uno una porción del relleno y arrollen para cerrar. Les aconsejo dejar la unión hacia abajo y sellar los bordes con un tenedor.
Ubicarlos separados en una placa enmantecada y enharinada.
Pincelar cada rollito con la clara batida y espolvorear con azúcar. Hornear a temperatura moderada durante 20 minutos.
Retirar y dejar enfriar; cubrir a gusto con azúcar impalpable, cacao o chocolate diluido.
Es una de mis recetas más antiguas e ideal para preparar con los niños en su día.
Les deseo muy Feliz Día del Niño y deseo que recuerden que todos tenemos un niño guardado dentro nuestro.
La abuela Martha
