Envejecimiento y cambios en la piel

Envejecimiento y cambios en la piel

Cuando hablamos de envejecimiento, generalmente lo asociamos a los signos reflejados en nuestra apariencia física, sin embargo, desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales y alteración de nuestra estructura y aspecto externo. Por lo tanto, se entiende el envejecimiento como un proceso gradual que se produce internamente y que se refleja tanto adentro como afuera y que no solo es el deterioro de nuestra piel. No obstante, los cambios en las funciones biológicas y deterioro físico que se observan con la edad, son fruto de la acumulación de daños en el ADN y de la pérdida del equilibrio de las proteínas. Estas alteraciones en las moléculas responsables de dar instrucciones a las células y ejecutar estas instrucciones afectan a cómo las células pueden responder a los daños y a su comunicación.  Es así como Con el envejecimiento, la piel puede sufrir cambios como: 

La capa externa de la piel (epidermis) se adelgaza, aun cuando la cantidad de capas celulares permanece sin cambio alguno.

La cantidad de células que contienen pigmento (melanocitos) disminuye. Los melanocitos que quedan aumentan de tamaño. La piel envejecida aparece más delgada, más pálida y transparente (traslúcida). 

Las manchas pigmentadas, incluyendo las manchas por la edad o «manchas hepáticas» pueden aparecer en zonas expuestas al sol. (lentigos)

Los cambios en el tejido conectivo reducen la resistencia y la elasticidad de la piel (elastosis).

Los vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más frágiles. 

Las glándulas sebáceas producen menos aceite, lo que causa resequedad y picazón.

La capa de grasa subcutánea se adelgaza, por lo que tiene menos aislamiento y amortiguación. Esto aumenta el riesgo de lesión de la piel y reduce la capacidad de conservar la temperatura corporal.

Algunos medicamentos son absorbidos por la capa grasa. 

Las glándulas sudoríparas producen menos sudor. 

Las neoplasias como papilomas cutáneos, verrugas, parches marrones ásperos (queratosis seborreica) y otras manchas son más comunes, así como también las manchas ásperas de color rosado (queratosis actínica).

EFECTO DE LOS CAMBIOS

Se incrementa el riesgo de que se produzcan lesiones en la piel, se pierde un poco de la capa protectora de grasa y la capacidad de sentir el tacto, la presión, la vibración, el calor y el frío,  desgarros cutáneos, los vasos sanguíneos frágiles se pueden romper fácilmente, se pueden formar moretones y acumulaciones de sangre planas (púrpura) y elevadas (hematomas), incluso después de una lesión menor, la piel se  repara a sí misma más lentamente que la piel joven.

PREVENCIÓN:

Dado que la mayoría de los cambios de la piel están relacionados con la exposición al sol, la prevención es un proceso de toda la vida, por lo que se recomienda evitar las quemaduras solares en la medida de lo posible, usar un protector solar de buena calidad cuando esté al aire libre, incluso en el invierno, usar prendas de vestir protectoras y un sombrero cuando sea necesario.

Limitar el consumo de azúcar

Consumir antioxidantes (vitamina C, vitamina E)

Mantener la piel humectada con lociones y humectantes. 

No use jabones con mucho perfume.

Tener un control médico

Mantener una alimentación saludable

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Dermatocosmiatra Luz Manzano