¿Tu piel necesita hidratación o humectación?

¿Tu piel necesita hidratación o humectación?

NO TE CONFUNDAS! Cuando de cuidados de la piel se trata, solemos confundir entre la necesidad de hidratación y humectación.

La hidratacion, es la capacidad que tiene la piel para absorber o “jalar” agua. Esta se desarrolla en las capas profundas de la tez y es necesaria para que las células cutáneas cumplan sus funciones vitales. La piel hidratada previene el envejecimiento y se ve saludable, “rellenita” y elástica. No obstante, si le falta hidratación, se nota seca, apagada y con líneas cada vez más marcadas.

Podemos ayudarnos con el uso de sueros, geles y cremas que aporten agua a las células de la piel. Sus fórmulas actúan en las capas profundas de la piel y por lo general, contienen ingredientes como vitaminas , minerales o diferentes tipos de agua (termal, polarizada), ácido hialurónico, aloe vera, niacinamida

En cambio, humectar consiste en atrapar, sellar y mantener la humedad que construye la barrera cutánea, previene la pérdida de agua, aumenta la protección y se refleja en una piel más tersa y suave. Se nota la falta de humectación en la piel, cuando sientes la piel tirante, “acartonada”. agrietada o descamada. Para mejorar ese estado, conviene usar productos con activos que capturen el agua del medio ambiente para integrarla en la superficie cutánea siendo a favor la urea, la alantoína, ceramidas, pantenol o el propilenglicol que contengan aceites y mantecas naturales en su formulación. 

Una piel humectada mantiene su pH óptimo, evitando irritaciones y alteraciones. También mantiene su manto hidrolipídico o manto ácido (la crema natural que crea la piel, compuesta principalmente por agua y sebo) cuya función principal es proteger la piel de agentes externos y evitar la pérdida de agua, manteniendo la hidratación, elasticidad y luminosidad

Por lo tanto, al usar un producto humectante, éste actúa como barrera protectora superficial y evita la evaporación del agua que contiene tu piel.

Son muchas las razones por la que nuestra piel se ve alterada mostrando deshidratación y falta de humectación. Los factores pueden ser condiciones de salud, por exposición prolongada a calefactores y aires acondicionados, exceso de exposición al sol, el uso de productos químicos agresivos e irritantes como detergentes, contactos prolongados con el agua, agentes físicos como la exposición al viento, medicamentos, alimentación. Todo lo cual, afecta directamente a la calidad del manto hidrolipídico y condicionan su capacidad protectora.

Sin embargo, en la actualidad podés contar con la asistencia de especialistas en el cuidado de la piel, así como diversos productos con activos que favorecen su equilibrio  para evitar no solo el envejecimiento, sino mantener una piel luminosa, elástica y sobre todo que se sienta en estado de confort.

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Dermatocosmiatra Luz Manzano

DERMATOCOSMIATRA