A medida que nos acercamos al cierre del año, es propicio reflexionar acerca de nuestras experiencias vividas y extraer las lecciones positivas y valiosísimas que nos impulsan hacia delante con sabiduría y determinación.
Durante el año hemos enfrentado desafíos y logros, momentos de oscuridad y destellos de luz que acompañaron el camino del autoconocimiento. Nada se hubiera conseguido sin compromiso, perseverancia, disciplina, voluntad, confianza y desapego.
Aprendemos que la vida es una sucesión de dualidades, y encontrar el equilibrio en medio de las dualidades es esencial para nuestro bienestar interior.
Observarnos es lo que nos permite cambiar de la distracción a la atención, aprendemos a ser testigos, para poder actuar con claridad, y así tener certeza en medio de la incertidumbre.
El Yoga nos guía a través de las encrucijadas de la vida cultivando la paciencia y serenidad ante la adversidad.
Celebremos los logros, aprendamos de los desafíos, y recordemos que el proceso es la acción desinteresada sin esperar los resultados, sin enjuiciar.
Al comenzar el nuevo año tengamos un nuevo propósito.. una intención, donde dirigimos la atención, va la energía, elijamos cuidadosamente nuestros pensamientos, y así llevemos a cabo nuestro mejor plan de acción.
Cada día es una nueva oportunidad para avanzar en el camino del Yoga, para dejar de hacer cosas en forma mecánica y disfrutar el presente, reconociendo y valorando lo que tenemos, lo que somos y lo que estamos en camino de SER.
Que el próximo año sea una página en blanco que llenemos con actos de amor, comprensión y servicio desinteresado.
Dar y recibir, dos grandes acciones que nos engrandecen, y nos llenan de gratitud.
La abundancia se relaciona con la generosidad, siempre..
Por último y no menos importante, no dejen de llevar conciencia a la respiración, cada inhalación es única e irrepetible, la siguiente será una nueva.. disfruten el presente!!!
Namasté!!!
Tess