Trabajar sobre nosotros mismos es un acto de amor que podemos elegir llevar a cabo a lo largo de nuestra vida. El trabajo interior nos hace sin dudas la vida más fácil, pues nos ayuda a evitar repetir las mismas equivocaciones, nos invita a la introspección y a descubrir entre otras cosas, nuestros talentos y virtudes.
Dice Osho: “No conozco un valor mayor, que el necesario para mirar dentro de sí mismo”, y pienso que ese es el punto de partida, contar con el valor suficiente para emprender un viaje de autodescubrimiento. El trabajo sobre nosotros mismos es fundamental para conocernos; Nuestra evolución requiere ampliar la conciencia de quienes somos, conocer e integrar todas las partes que nos componen, para poder mejorarnos día a día.
El desarrollo personal es un proceso de superación y crecimiento que implica un trabajo constante y consciente; Para realizar este proceso es importante dedicarnos un momento para reflexionar, para mirarnos con honestidad, revisar nuestros valores, identificar nuestros deseos, contactar con nuestros sentimientos y comprometernos con nosotros mismos para promover los cambios que necesitemos hacer para sentirnos más plenos.
Descubrir lo que nos hace falta en las diferentes áreas de nuestra vida es parte del desarrollo personal. Darnos cuenta que necesitamos un cambio es el comienzo para iniciar la búsqueda de los recursos necesarios que nos permitan gestionarlo; sabemos que el cambio siempre es desde adentro… se inicia en nuestro interior y luego se materializa en el afuera en forma de comportamientos y actitudes; de manera que, realizar un trabajo personal nos lleva a una transformación paulatina y profunda que nos posibilita una vida más plena, con mayor bienestar y vínculos más sanos, empezando por el vínculo con nosotros mismos, que se vuelve mas amoroso, compasivo y verdadero.
