Desapego

Desapego

Durante la vida, nos encontramos constantemente aferrados a hilos invisibles que nos atan a innumerables situaciones, personas y emociones.

Sin embargo para quienes decidimos transitar el camino del Yoga, el autoconocimiento es uno de los regalos mas preciados que nos lleva hacia la libertad interior.

El desapego es aceptación, es soltar las ataduras, no es rendirse, no implica indiferencia. Es el arte de llevar a cabo las acciones, sin esperar los resultados, permitiéndonos percibir la confianza en que todo será perfecto tal cual sucede.

En la práctica de desapego aprendemos a liberar los controles, y esto a su vez nos libera de la ansiedad. Al no haber nada que esperar.. desaparece el estrés.

Es amar la creación y el proceso, más que el producto final. Al cultivar este enfoque encontramos la libertad de disfrutar cada momento en tiempo real.

Porque sabemos que no somos eternos, no permaneceremos por siempre. El proceso de desapego es aceptar la finitud, las limitaciones, para no caer en el sufrimiento que perturba nuestra paz interior.

Los invito a cultivar una actitud de aceptación y gratitud hacia nuestra vida y las circunstancias presentes, sin buscar felicidad en el afuera, en lo material, ni en el futuro. 

Reconozcan y valoren lo que tienen en lugar de centrarse en lo que les falta. No se trata de conformarse con una situación poco favorable, ni de no esforzarse por mejorarla, sino de encontrar el equilibrio desarrollando una actitud positiva que les ayudará a encontrar paz interior en cada experiencia.

Las respiraciones conscientes y la meditación son herramientas esenciales para bajar la ansiedad y eliminar el estrés.

La práctica regular crea un hábito muy beneficioso, enfoca la mente, desarrolla voluntad, permite trascender cualquier limitación o condicionamiento.

Les propongo realizar un ejercicio de respiración consciente y luego observar los resultados..

Siéntate en un lugar tranquilo, si es posible mantén una postura alineada, con el cuello y hombros relajados, esto favorece la apertura y recepción del aire que entra por las fosas nasales. Se debe inhalar amplio y sin esfuerzo, soltando cualquier resistencia que se pueda percibir.

La exhalación debe ser completa, ayudando a liberar tensiones y controles.

Concéntrate en el ritmo tu corazón o toma el pulso de tu muñeca, toma unos instantes para percibir claramente los latidos y el ritmo.

Coloca tus manos sobre tus rodillas, inhala en 4 tiempos o pulsos, exhala en 4 tiempos… el conteo ayudará a mantener consciente el proceso con la firme intensión de ser observadores de aquello que queremos soltar.

Repítelo por unos minutos… 

Observa los efectos.

Qué cambió? La respiración o quién respira????

Namasté

Tess