Las naranjas dulces se encuentran entre las frutas más populares y las de mayor consumo de nuestro país. Debido a las distintas variedades que se producen, se las pueden disfrutar durante todo el año. Son muy apreciadas por su sabor y propiedades.
En cambio, los naranjos amargos generalmente se los han reservado para la elaboración de mermeladas, licores e infusiones. En la actualidad son utilizados por la industria cosmética.
Ambas son una gran fuente de vitamina C pero también aportan vitaminas A y B y minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio.
El origen de su cultivo se remonta a miles de años y cuentan, que los mismos se extendieron desde el sur de China al sudeste de Asia, siguiendo siglos más tarde, la ruta de la seda. Los árabes, fueron los encargados de llevarlas a Europa.
Ingredientes:
Exprimir 4 ó 5 naranjas grandes para obtener ½ litro de jugo, colado. Medir 100cc de jugo y disolver en él las 3 cucharadas de Maicena u similar. En un bol batir las yemas.
Volcar el jugo, la Maicena diluida y las yemas en una cacerolita y cocinar sobre el fuego a temperatura media. Mezclar la preparación con una cuchara de madera para que no se pegue. Bajar el fuego al mínimo, incorporar el azúcar y cocinar hasta que espese y obtener una crema. Es importante no dejar de mezclar para que no se adhiera a las paredes del recipiente. Al enfriar llevar a la heladera hasta el momento de servir. Les recomiendo taparla o cubrirla con un film.
Con las claras y el azúcar hacer un merengue, me gusta el clásico que se cocina en el horno a temperatura muy baja. Se baten las claras con el azúcar hasta que al levantar el batidor la preparación no se baje. Colocar en una manga con boquilla ancha y sobre una placa enmantecada, formar las variedades que les gusten. Hice bastones, copitos y círculos para apoyar las naranjas. Cocinar en horno a temperatura mínima desde el comienzo, durante una hora u hora y media o hasta que se sequen.
Presentación:
En una fuente colocar los discos de merengue y sobre ellos las mitades de las cáscaras de naranjas rellenas con la crema obtenida. Decorar con crema chantilly y los bastones de merengue. Pueden reemplazar las cáscaras por copas o compoteras. Y el merengue clásico por el italiano.
Le agradezco a Elsa me haya recordado esta crema de la abuela Anita que hemos saboreado de las manos de Adriana, nuera de Anita y que nos acompañó en varias reuniones de amigos hace más de 4 décadas.
Deseo que sea una buena opción para el final de la mesa de Pascuas.
La abuela Martha