Crema Catalana

La auténtica crema Catalana se hace con almidón pero desde que nació la fécula de maíz generalmente se lo reemplaza por ella.
Su origen es muy antiguo y se encuentran algunas referencias en archivos medievales bajo el nombre de “llet cuita” (leche cocida) aunque se cocinaba al horno como un budín.
Se la relaciona con la crema pastelera, la crema brulée de origen francés,  la de caramelo portuguesa y la famosa crema inglesa, aunque la mayoría de ellas llevan crema de leche. 
En España también la llaman crema quemada o crema de San José. Esta última denominación es porque en ese país, el día 19 de marzo (día de San José) se festeja el día del padre y  consideran que por su fácil elaboración es la indicada para que los niños agasajen a los papás. Dejando a los mayores el último paso que es la de quemar el azúcar que debe cubrirla.
Ingredientes:
¾ litro de leche entera.
200grs de azúcar.
2 cucharadas al ras de maicena.
6 yemas de huevos.
1 limón chico, sólo la piel amarilla.
Azúcar para decorar cantidad necesaria. 
Varios:
Planchita para quemar o soplete.
Preparación:
Retirar 100cc de la cantidad de leche (1vaso mediano) y disolver en ella la maicena. Reservar.
Sacar con un cuchillo bien afilado la piel del limón tratando de obtener sólo la parte amarilla pues la blanca tiene sabor amargo.
Poner el resto de la leche en una cacerola mediana, agregar la piel del limón y calentar a fuego medio. 
En un bol colocar las yemas con el azúcar y batir hasta integrar. Agregar el vaso de leche con la maicena y seguir mezclando.
Retirar la olla del fuego y sacar con cuidado las cáscaras de limón. Añadir lentamente la preparación anterior, revolver  y volver a llevar al fuego pero mínimo. Mover con una espátula para que no se pegue y retirar cuando comienza a espesar. 
Ubicar en los recipientes elegidos, generalmente cazuelas de barro o cerámica. De no contar con ellas volcar en una fuente.
Llevar a la heladera hasta el momento de usar. De preferencia de un día para otro.
Antes de presentar espolvorear cada una con una o dos cucharadas de azúcar. Quemarlas con la plancha adecuada o con un moderno soplete hasta  caramelizar el azúcar.
Este paso es conveniente hacerlo antes de servir pues si lo hacen y las vuelven a llevar a la heladera el caramelo puede llegar a licuarse.
También se puede cubrir con hilos de caramelo caliente preparados en una sartén.
Espero que la practiquen. Tal vez al comerla los invadan recuerdos de sabores pasados. Es una receta antigua y de familia.
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La abuela Martha