Su nombre es sinónimo de efectividad a la hora de aprender inglés. Una trayectoria de más de 35 años basada en la excelencia. Prepara “un diseño personalizado para cada estudiante”.
“Los encuentros abarcan mucho más que una clase, transformo a las personas en bilingües”. La autora de la frase es Tessie Mc Loughlin, quien lleva más de 35 años cumpliendo sueños en inglés, como a ella le gusta decir.
Un par de generaciones han aprendido el idioma con ella, e incluso sin dudar fueron miles de alumnos de todas las edades, ya que además fue directora de escuela y docente de Secundarios.
Proveniente de una familia irlandesa “en la que se hablaba en inglés todo el tiempo”, Tessie tiene contacto con el idioma desde que nació, lo que le permitió dar clases desde que tenía apenas 16 años.
Con el tiempo fue ampliando su técnica de enseñanza, logrando adaptarse a las necesidades de cada alumno. Hoy, su School of English es sinónimo de excelencia, incluyendo desde hace dos décadas viajes a Londres para estudiar en un college inglés durante tres semanas, para luego emprender un viaje por diversos países de Europa.
El destino cambió en los últimos años y los estudiantes se dirigen a Irlanda, iniciativa que desde 2020 se vio complicada debido a la pandemia, pero que siempre está latente y podría regresar en algún momento.
A medida
Tessie asegura que prepara “un diseño personalizado para cada estudiante. Lo ayudo a potenciar sus fortalezas y a desarrollar sus debilidades, con un acompañamiento hacia el objetivo de cada estudiante, en todas las profesiones. Es un proceso”.
Por eso, afirma que “nunca le dije que no a un estudiante. Ya sea para preparar a la persona para dar clases, radicarse en el exterior, dictar conferencias, viajar, trabajar, tener entrevistas y cualquier situación”.
Esa diversidad no la abruma sino todo lo contrario: Mc Loughlin busca y desea esa variedad ya que necesita sentirse “desafiada” a poder lograr que el estudiante logre su objetivo.
“Eso es lo que me entusiasma, los objetivos son siempre distintos. Es un entrenamiento, a medida que avanzan les voy dando tips también en lo emocional, para que se puedan desenvolver”.
Además, “como soy coach ontológico internacional bilingüe, eso me ha dado herramientas para llegar mejor a los alumnos: el secreto es crear un vínculo y que se sienta cómodo”.
De hecho, no teme a enseñar lenguajes técnicos, adaptándose a la profesión del estudiante (hasta brindó conocimientos en inglés de manejo de barcos). “Yo lo comparo con hacer un traje: todo es a medida, casi artesanal”.
Los encuentros suelen oscilar entre los 60 y los 120 minutos semanales, algo que se va “recalculando” según la situación. “La gente viene porque sabe que conmigo aprende -señala-. Si siguen mis indicaciones, no le queda otra que aprender”.
Pantalla
La pandemia trajo consigo cambios en la vida cotidiana, entre ellos la irrupción de la virtualidad en la educación.
Sin embargo, a Tessie la situación no la tomó desprevenida, ya que cuando viajaba seguía compartiendo conocimientos desde el lugar del mundo en el que estuviera.
Pero lo cierto es que la “nueva normalidad” trajo consigo un cambio, por lo que en la actualidad la mayoría de los encuentros son virtuales, dejando algunos en forma presencial.
Hoy en día, el alumno de Tessie de mayor edad tiene 79 años y vive en la provincia de Mendoza, demostrando que la virtualidad permitió además que no existieran limitaciones de distancia para poder aprender. Mc Loughlin ya no solo cumple sueños en Maschwitz y alrededores, sino en cualquier parte…
