En el principio era la danza y la danza era el ritmo. Desde los albores de la creación la danza ha sido el vehículo más directo para que el hombre exteriorice sus sentimientos, estados anímicos ,creencias e ilusiones. Las diversas culturas desde la más remota antigüedad confirmaron particular importancia a la danza, llevándola del medio sagrado y de los núcleos populares a la integración de espectáculos cortesanos o teatrales. En esa forma se tienen los primeros aportes al arte, que desde fines del siglo XVI se conoce como ballet.
En la danza clásica o ballet se pretende reflejar la belleza y la armonía dentro de una historia narrativa. La precisión de los movimientos de los bailarines y la técnica depurada logran una sensación de perfección y complejidad que encaja con la calidad de la música que la acompaña.
ESCUELAS DE BALLET
La Escuela Francesa es considerada la cuna del ballet, la más antigua del mundo, con sus orígenes a fines del siglo XVII. De ahí que el idioma de los pasos del ballet es el francés. La Escuela Rusa tiene una larga tradición y sigue siendo hoy una referencia por su técnica impecable. A mediados del siglo XX surgieron también otras escuelas como la inglesa, la cubana y la estadounidense.
En nuestro país el Teatro Colón tiene la escuela de ballet más importante, el ISA (Instituto Superior de Arte) que brinda una amplia y excelente formación a sus alumnos, y de donde han surgido grandes y prestigiosos bailarines que han triunfado en los escenarios más importantes del mundo. La carrera de bailarín en el ISA tiene una duración de 8 años con una exigente formación técnica en danza clásica.
También capacita a los futuros bailarines en otras danzas y en materias como francés (lenguaje de la danza), música, historia de la danza y anatomía. No siempre practicar ballet tiene como finalidad convertirse en bailarines profesionales. Tanto niños como adultos puede también gozar de la práctica de la danza, disfrutar de la música, del trabajo y del dominio de nuestro cuerpo y aprovechar los muchos beneficios que nos brinda tanto para nuestro cuerpo, como para nuestra mente y nuestro espíritu.
Daniela Bottari
