Belén de Escobar

Belén de Escobar

Dos nombres y un origen en común

El pueblo nació en 1877 por iniciativa de Eugenia Tapia de Cruz. 

La disputa por la denominación que se resolvió de manera salomónica.

El Partido de Escobar tiene sus orígenes hace ya casi 150 años, en 1877, cuando Eugenia Tapia de Cruz, propietaria de las tierras de la zona, decidió constituir un pueblo aprovechando la presencia de algunas poblaciones ya asentadas en el lugar.

La mujer hizo la fundación bajo la advocación del niño Jesús, por lo que designó al flamante pueblo con el nombre de Belén. En esas épocas, el trazado era de ochenta manzanas: se donaron dos para plazas y los terrenos necesarios para los edificios públicos, Iglesia y casa parroquial.

En 1874 se habían colocado las vías del ferrocarril a Rosario, el cual llegaba en aquel entonces hasta la ciudad de Campana.

El nombre de Escobar apareció en 1878, cuando se le da ese nombre a la estación de trenes. Sin embargo, se mantuvo el “Belén” original, dando nombre a la denominación que todavía conserva, Belén de Escobar.

En cuanto al segundo nombre, el libro Álbum en Homenaje al Pueblo de Pilar (editado en 1940) indica que se debió “a una razón geográfica más que histórica”.

En este sentido, “las autoridades religiosas y algunas reparticiones administrativas –entre estas la Subalternería de Escribanos y el Registro Civil- hacen mérito a la voluntad de la fundadora usando la designación de Belén, mientras que las demás autoridades se atienen al nombre de la estación del ferrocarril que la cruza”.

Ahora bien… ¿Por qué Escobar? 

Don Alonso de Escobar fue uno de los 63 compañeros de Don Juan de Garay en el momento de la fundación de la ciudad de Buenos Aires. Llegó a América en 1549 con la expedición de Sanabria (fundador de Corrientes), y luego de peregrinar por Brasil y Paraguay arribó a estas tierras con Garay en 1580.

Ese mismo año desempeñó el cargo de regidor de Buenos Aires, es decir, que puede ser considerado como el primer intendente porteño. En el reparto de tierras que su jefe realizó en la zona, a Alonso de Escobar le correspondió una manzana en la futura capital y una especie de estancia en la zona que ocupa actualmente el pueblo que lleva su nombre.

“Posiblemente –prosigue el libro antes mencionado- don Alonso de Escobar jamás puso su planta en las tierras de que le habían hecho merced, pero se explica en cierto modo la razón que tuvo el gobierno nacional (N. de la R., presidencia de Nicolás Avellaneda) al recordarlo”.

Hitos

En 1884 se iniciaron las gestiones para la construcción de la capilla, la cual fue bendecida el 25 de diciembre de 1887. Tres años más tarde fue elevada a la categoría de Parroquia, y desde ese momento comenzaron las tareas para reemplazar el edificio de madera por una estructura de mampostería, la que fue habilitada en 1908, en épocas de cura párroco Francisco Guida.

En 1914 se creó la nomenclatura y numeración de las principales calles del pueblo; mientras que en 1933 se amplió el ejido del pueblo y se completó la designación de todas las calles, a partir de un proyecto del concejal Enrique Cappello.

Cabe recordar que en ese momento, el pueblo era una localidad más del Partido de Pilar, y que recién lograría su “independencia” en 1959, casi 100 años más tarde del loteo de Eugenia Tapia de Cruz. Con el tiempo aparecieron los clubes (como Independiente y Sportivo), las instituciones emblemáticas (la Sociedad Italiana, por ejemplo), los pueblos aledaños (Matheu, Maschwitz, Garín, entre otros), los vecinos destacados y más. Pero esa es otra historia…

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Lic. Alejandro Lafourcade
revista 4Estaciones
 

fotos: Blog de Juan Pablo Beliera