Mi experiencia en Arama Yoga

Hace un tiempo comencé la búsqueda de mi realización personal, de crecimiento en todos los  sentidos, buscando elevar mi conciencia. Así llegué a Arama, comencé las clases bajo la guía de Carlos, y desde el primer instante sentí que estaba en el lugar correcto y con la persona indicada. Porque creo que cuando algo aporta felicidad, paz mental y plenitud, hay que seguir en esa dirección. Así fue como decidí arrancar el instructorado y acá estoy terminando mi primer año. 

El año tuvo muchos desafíos, cuarentena, clases por zoom, luego presenciales, situaciones personales y demás, pero nunca dejé de sentir una gran atracción por el mundo del yoga, por su filosofía, sus prácticas y  ganas de seguir aprendiendo. Sentí una conexión fuerte y algo en mi interior, en mi manera de ver la vida, cambió. Creo que ha sido por una suma de cosas, del lugar, la forma, el grupo y una guía experimentada y presente por supuesto. Ha sido un proceso de aprendizaje y crecimiento tan claro como nunca antes. Aunque había practicado anteriormente, nunca me sentí tan entusiasmada y con tantas ganas de querer avanzar más y más en este camino. También aprendí que es clave la disciplina y la constancia, junto con una buena predisposición, llevar buenos hábitos, realizar las prácticas, cuidarnos en todos los aspectos, ser medidos en nuestras palabras y actos… 

Comencé el año con expectativas personales muy altas, por ejemplo poder realizar ciertas posturas que hacia un tiempo quería aprender o mejorar. Recuerdo haber dicho “este año logro hacer hanumanasana”. Cuando era chica y hacia baile lo hacía sin dificultad, con el tiempo perdí flexibilidad y ya no me resultaba posible. Pero inmediatamente entendí que no se trata de poder hacer bien una postura,  sino de bajar la ansiedad, de estar presente y disfrutar del proceso. Porque es mejor ir de a poco y hacerlo bien. No saltarse pasos o descuidar nuestro cuerpo y lastimarlo. Hoy sé que no importa qué tan rápido se llegue al resultado sino ser consciente del proceso que conlleva e ir avanzando desde otro lugar. 

En el retiro de noviembre,  confirmé que estoy en el camino que siento y sin dudas deseo seguir creciendo interiormente, seguir abriendo mi mente y mi corazón hacia lo nuevo, hacia un nuevo estilo de vida, porque realmente me siento mucho mejor.  También tuve la oportunidad conocer personas hermosas, con quienes compartimos tanto. Si bien cada camino es individual, fue hermoso haber compartido tantos momentos increíbles, abrirse a personas con vivencias similares, con miradas diferentes, sin juicios, conectados desde el  corazón.  

Hoy disfruto mucho de las clases, de mis compañeros, me siento muy cómoda y feliz de ser parte. Disfruto de ver sus logros y cómo nos apoyamos mutuamente. 

Aprendí a estar presente, algo para destacar que me llevo, y a reconocer cuando no lo estoy. Es muy gratificante. Gracias a todos los que somos parte de Arama, por este año increíble, lleno de aprendizajes y crecimiento puro. Y especialmente gracias a vos Carlos, por tu acompañamiento, tus palabras y enseñanzas. Ha sido un año muy inspirador. Vamos por más! 

Flor

[email protected]  – 011 49970448
Certificación internacional 500 hs
YAI (Yoga Alliance India)  |  WYF (World Yoga Federation)