La leyenda de Cacho Fontana

La leyenda de Cacho Fontana

La invención de un muchacho de Barracas que se convirtió en mito sin buscarlo. 

Una leyenda de los medios y la cultura popular argentina, una voz que quedará grabada en los oídos de varias generaciones de argentinos. Jorge Cacho Fontana falleció a principios de julio a los 90 años, luego de una vida que tuvo varios capítulos dignos de recordar. 

Norberto Palese: así se llamaba en realidad Cacho, alguien que siempre intentó mantener una vida normal a pesar de su enorme popularidad. Porque, no está de más recordar, su época coincidió con buena parte de la época de oro de la radio, momentos en lo que competía palmo a palmo con la TV como medio predilecto de los argentinos. Fontana se dio el lujo de ser una estrella en ambos mundos. 

Pero la celebridad era Cacho: Norberto no quería saber nada con ese mundo. Volvía a su casa y se sacaba su traje de superhéroe, como Roberto Sánchez cuando detrás de su paredón de Banfield guardaba el disfraz de Sandro. 

Nacido en Barracas en 1932, fue el arquetipo del porteño, pero solo a la vista del público. Dueño de una voz con personalidad propia, se abrió paso en la radio en 1950 y su reinado duró medio siglo, aunque puertas adentro siempre fue Norberto. 

Luego de haber sido la voz principal de Radio El Mundo pasó a Rivadavia, donde revolucionó al género para siempre con el “Fontana Show”, ciclo que rompió moldes e inauguró una nueva era. Sin ese programa no hubiese existido “Rapidísimo” ni, quizás, muchos programas que irrumpieron con la llegada de la FM. 

Sin que jamás revelase el por qué, en 1973 levantó el “Fontana Show” en plena cresta de la ola, quizás porque decidió bajarse antes de comenzar a repetirse. En paralelo, entre el ‘6 y ese mismo ’73 fue el conductor de “Odol pregunta”, su gran desembarco en la televisión, ciclo de preguntas y respuestas que quedó en la historia, incluyendo por supuesto su inmortal “¡Con seguridad!” ante cada buena intervención. 

En 1982 una nueva incursión en las pantallas lo tuvo como protagonista: en mayo condujo el especial “Las 24 horas por Malvinas” junto a Pinky, programa emitido por ATC durante la guerra, con el objetivo de recolectar dinero e insumos para los soldados. Las maniobras espurias que luego hicieron los organizadores mancharon para siempre esa edición, pero no así el prestigio de Fontana, quien como el resto de los participantes actuó de buena fe. 

Su vida sentimental, aunque Palese -no Cacho-no quisiera, fue pública: luego de un primer matrimonio fue pareja de Beba Bidart para luego unirse con Liliana Caldini, 20 años menor y madre de dos de sus hijas. 

Pero un golpe estaba por venir en su hasta ese momento intachable trayectoria: a principios de los ’90 fue denunciado por la joven modelo Marcela Tiraboschi en épocas en las que la violencia de género no encontraba eco ni condena social, al menos no con la fuerza actual. 

El conductor siempre negó las imputaciones por violencia, aunque sí reconoció su adicción a las drogas. Tras una disputa judicial de casi 4 años, fue absuelto de todos los cargos. Sin embargo, su carrera ya había sufrido un golpe del que no se pudo reparar. 

Así fue como Palese guardó el traje de superhéroe en forma casi definitiva, más allá de algunos intentos por volver al ruedo en forma esporádica. A veces por propia decisión, otras porque el teléfono ya no sonaba para ofrecer una propuesta. 

En 2019, ya con 87 años, Palese hizo de Fontana una vez más con un programa de entrevistas en Radio Nacional. Luego, el retiro definitivo, e incluso con tiempo para tomarse con humor la noticia fallida de su muerte, en 2021, cuando salió al aire por TV para certificar que todavía estaba en el reino de los vivos… 

Con Cacho Fontana se fue una época de oro para los medios argentinos, un gigante de la radio y la TV que -al fin de cuentas- fue la invención de un tipo de Barracas que, cuando se apagaba el micrófono, solo quería ser uno más.

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Lic. Alejandro Lafourcade
revista 4Estaciones