La pilarense Añes Arredondo tuvo su primera participación en el Mundial de Tango. Llegó a la final y quedó entre las mejores 30 parejas del planeta.
Sólo un grupo de elegidos puede ostentar que, en su primera participación en una competencia mundial, lograron llegar a la final: es el caso de Añes Arredondo, joven de 22 años que a principios de septiembre disputó la definición del Mundial de Tango.
La bailarina oriunda de Pilar lo logró en la categoría Pista junto a su pareja, el italiano Matteo Antonietti, más curtido en este certamen que se disputa en Buenos Aires hace más de dos décadas. Además, en la modalidad Escenario alcanzaron las semifinales.
“Nos empezamos a preparar con Matteo tan solo un mes antes, que es muy poco tiempo -destacó Añes-. En general son parejas que están trabajando hace mucho tiempo juntas y tienen mínimo un año de preparación”.
Por esto, expresó que “llegar a la final, que es muy difícil, es algo impresionante para nosotros, no lo podemos creer. Se sienten nervios, pero también felicidad, adrenalina… Por momentos disfrutás el tango mientras lo bailás y por momentos te gana un poco la cabeza. Es una montaña rusa de sensaciones”.
Trayectoria
Añes Arredondo comenzó a bailar a los 8 años, pero no con el tango sino con la danza la clásica en VGL Ballet Studio, prestigiosa academia de Pilar. Su desempeño era óptimo y hasta ganó becas internacionales. Luego pasó por la comedia musical, la danza jazz y danza contemporánea.
El click se produjo al descubrir el tango, hace unos 4 años. El comienzo se dio con Alberto Schvindt y las milongas. En ese momento supo que el 2×4 era lo suyo.
Por esto, Arredondo –actual alumna de Artes Escénicas de la Universidad de San Martín- afirmó que el tango “era el lugar al que pertenecía mi baile, se prendió una llama adentro que me hizo decir ‘es esto’”.
En 2023, la pilarense se sumó a El Cxuce Tango, salón de baile dirigido por Vanesa Villalba y Facundo Piñero, a quienes considera otros de sus principales formadores en el género.
Competencia
Se trató de la 22° edición del Mundial de Tango. Es decir, que comenzó a disputarse cuando Añes nacía…
En el certamen, la dupla Arredondo-Antonietti fue pasando las diferentes instancias (clasificación-cuartos-semifinal) en La Usina del Arte, reducto cultural del barrio de La Boca.
Algunas de sus otras sedes fueron el Teatro San Martín, el Centro Cultural Recoleta, el Espacio Cultural Carlos Gardel, el anfiteatro de Parque Centenario y la Academia Nacional del Tango.
Con representantes de todo el mundo, el evento convivió además en paralelo con el Festival de Tango, modalidad no competitiva que incluyó una gran cantidad de actividades mientras se desarrollaba el certamen.
La final tuvo lugar en el Teatro Gran Rex. Ante una sala repleta terminaron en el 28° lugar, con un promedio de 8,916.
Los grandes ganadores de la noche fueron Diego Ortega y Aldana Silveyra (oriundos de Colón, Buenos Aires), quienes se consagraron campeones mundiales al obtener una puntuación promedio de 9,826.
Con el número 20 -el mismo que usaron durante todo el torneo-, se desempeñaron mientras sonaban piezas como “Melancólico”, de Aníbal Troilo y “No me extraña”, de Pedro Laurez y Juan Carlos Casas.
Se trató de un debut por demás promisorio para Arredondo en el Mundial de Tango, competencia que este año tuvo 850 inscriptos de 50 países distintos, como Rusia, Corea del Sur, Colombia, Indonesia y Armenia, entre otros.
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