Para lograr una adecuada tasa de fertilidad y tener un embarazo saludable es fundamental que la mujer llegue con un peso adecuado.
Hay estudios recientes que muestran que aproximadamente el 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva son infértiles debido al estilo de vida, la edad avanzada y los problemas de salud como el sobrepeso, ya que a mayor índice de masa corporal (IMC) hay menor tasa de embarazos.
Estos datos suponen que aproximadamente cada dos kilos más, las mujeres con sobrepeso reducen su fertilidad, por lo que los problemas asociados a su exceso no sólo dificultan la concepción, sino que la posibilidad de complicaciones en el embarazo y abortos espontáneos también es mucho mayor.
Se sabe que más de la mitad de la población argentina, exactamente el 53,4 por ciento, tiene exceso de peso -sobrepeso y obesidad-, y que el porcentaje promedio de obesidad en el país trepó del 14,6 por ciento en 2005 al 18 por ciento en 2009.
Además de los problemas de sobrepeso, diversas alteraciones hormonales pueden interferir en el alcance de un embarazo, como la función de la tiroides, la elevación de prolactina y las alteraciones del ciclo menstrual.
El síndrome de ovario poliquístico también puede ocasionar complicaciones a la hora de concebir, al igual que la insulinorresistencia.
Las alteraciones hormonales deben ser estudiadas y tratadas con cada paciente en particular, para adecuar el tratamiento indicado y que se pueda lograr el embarazo.
“En una primera consulta se solicitarán estudios hormonales como perfil tiroideo, prolactina, perfil androgénico, glucemia o insulina, dependiendo de cada paciente, y el tratamiento a abordar dependerá de si se encuentra alguna alteración”
