Aceptación vs Resignación

Aceptación vs Resignación

Vivimos en un mundo de cambios; desde que nacemos nos vamos adaptando a las diferentes circunstancias y a los procesos internos que nos van sucediendo, y muchas veces nos encontramos frente a situaciones que van en contra de nuestros deseos o nos hacen daño, es entonces ahí, donde hay dos caminos posibles: la aceptación o la resignación.

Aceptar no es lo mismo que resignarse; Aceptar conlleva una actitud activa y de cambio, tiene que ver con aceptar la realidad como es, nos guste o no. Ser consciente de lo que ocurre y comprender las circunstancias nos da la posibilidad de tomar decisiones que modifiquen la experiencia que estamos viviendo, aporta libertad; a diferencia de la resignación que nos posiciona en un rol de víctima, quitándonos el poder de transformar aquello que necesitemos.

La resignación nos coloca en un lugar de pasividad, donde pareciera que no hay nada que hacer para mejorar las cosas, que toda nuestra existencia está en manos de terceros o del destino mismo. La queja o la resistencia como respuesta a las dificultades puede confundirse con tomar “acción” sobre el problema, pero lo único que hacen es mantenernos amarrado justo a eso de lo que necesitamos soltarnos.

Aceptar las circunstancias, las emociones, los pensamientos y hasta a nosotros mismos sin juicios, no es tarea fácil, es un desafío que podemos tomar ante las adversidades y que requerirá un esfuerzo de nuestra parte, es un proceso de aprendizaje, consciencia y autoconocimiento que lleva su tiempo.

“Una vez un profesor de meditación puso el ejemplo de que la aceptación sería como si estuviéramos en medio de un mar embravecido y, siendo muy conscientes de que no podemos luchar contra la fuerza de la naturaleza, nos dejáramos mecer por las olas y confiáramos en que finalmente la corriente nos llevará a la orilla. Si en esa situación hubiera alguna posibilidad de sobrevivir seria claramente con esa actitud. Por el contrario, la resignación sería como empeñarnos en luchar contra la fuerza de las olas, quedar exhaustos y morir por nuestro propio agotamiento.”

Conocer la diferencia entre la aceptación y la resignación, es la clave para saber en qué lugar nos estamos posicionando ante la realidad o los problemas que encontramos en ella, finalmente, de nosotros dependerá siempre la actitud que elijamos para transitar nuestra experiencia. 

Ana De Innocentiis
Consultora psicológica