La historia de la adolescente de Pilar que empezó a jugar de casualidad y se convirtió en prodigio.
En una Navidad, cuando tenía alrededor de 7 años, Candela Belén Francisco recibió un tablero de ajedrez. Lejos de entusiasmarse de inmediato, el regalo quedó guardado un par de años, y recién empezó a jugar cuando tenía 9 o 10.
Apenas un puñado de años más tarde, la adolescente -hoy con 16- ya es la mayor promesa del ajedrez femenino de Argentina: en mayo se consagró campeona invicta del Torneo Continental, el más importante de América, que se llevó a cabo en Cuba.
Gracias a este logro, esta joven de Pilar aparece desde junio en el puesto 1 del ranking femenino nacional, además de haberse clasificado a la próxima Copa del Mundo, que se realizará en julio en Azerbaiyán.
Además, al ganar el torneo cubano Candela se ganó el título de Gran Maestra, algo que consiguieron sólo otras dos mujeres de nuestro país: Claudia Amura y Carolina Luján.
En este sentido, en diciembre pasado ya había dado un paso enorme en su carrera: al consagrarse en el Festival Sudamericano de la Juventud, desarrollado en Paraguay, Candela se convirtió en la Maestra Internacional más joven de la historia argentina. Ahora, dio un nuevo paso adelante.
Alumna del Colegio Solar del Pilar, la adolescente participa de todo tipo de torneos desde que era niña, mientras al mismo tiempo entrenaba para perfeccionar su ajedrez y cumplía con sus obligaciones escolares con notas sobresalientes.
Dueña de una fuerte espiritualidad, afirma sobre su incursión en torneos nacionales e internacionales: “Agradezco a Dios por permitirme jugarlos, a mi familia por el apoyo incondicional y a mis profes, amigos y gente que está alentando”.
Imparable
Su trayectoria comenzó casi de casualidad, cuando por fin se decidió a jugar con el ajedrez que le habían regalado en aquella Navidad… “En mi casa me enseñaron a mover las piezas, después fui a la escuela de ajedrez de Marcelo Fernández Agüero, en el shopping Pilar Point. Ahí jugué mi primer torneo, en el que quedé tercera”, recuerda la joven. Su primer maestro fue uno de los grandes formadores de ajedrecistas del distrito, aunque desgraciadamente se fue muy pronto, víctima de la pandemia.
“Con el tiempo, Marcelo me dijo que estaba para más y pasé a la Escuela Municipal de Pilar”, un espacio que ya tiene cerca de dos décadas y cuenta con varias sedes, como la propia Pilar, Manzanares, Villa Rosa y Villa Astolfi.
Sin embargo, cuando necesitaba un salto más en su formación, la joven se sumó al Círculo de Ajedrez de Villa Martelli, ya que dicha zona está catalogada como Capital del Ajedrez en la provincia.
Dueña de una carrera meteórica que ya cosecha varios títulos nacionales e internacionales, la adolescente reconoce que no es Gambito de Dama, la serie que fue furor en 2020, pero de todos modos asegura que “me parece bueno que mucha gente se interese en practicar ajedrez”.
Y agrega: “Sé de qué se trata ‘Gambito de dama’ pero en mi caso nunca sentí esa discriminación hacia la mujer, yo voy a torneos y soy como la mascota (risas), me tratan siempre con cariño. Sí es cierto que en los torneos siempre hay mayor cantidad de varones”.
Dueña de una madurez y una claridad de conceptos poco habituales, Candela señala que el juego “es muy comparable con situaciones de la vida donde hay que tomar decisiones y afrontar problemas, y en una partida de ajedrez pasa lo mismo”.
