40 años y cuatro héroes

40 años y cuatro héroes

Nada menos que 40 años se cumplen de la gesta de Malvinas, herida que no cierra y por la cual se sigue reclamando la soberanía argentina en las islas del Atlántico Sur. Cuatro décadas desde aquellos dos meses entre abril y junio de 1982, en el que las (pocas) imágenes mostraban a jóvenes argentinos poniendo el cuerpo para recuperan esa porción de nuestro suelo. 

Si bien en un primer momento los excombatientes no recibieron el trato merecido, tanto desde el Estado como de sus compatriotas, con el tiempo fueron justamente reivindicados, y en este contexto Escobar representa una excepción: fue el primer municipio que honró a sus veteranos, ya desde julio del ’82.

 Quienes ingresan o egresan de Escobar por el ramal Campana de la autopista Panamericana, verán que sobre la calle Spadaccini se erige la plaza Combatientes de Malvinas, inaugurada hace ya 25 años, en abril de 1997. 

El lugar cuenta con la escultura “Héroes del Sur”, diseñada por Eduardo Audivert y realizada por el artista Ernesto Vertedor. En ella se muestra a soldados en combate, tal como ocurrió en el Atlántico Sur. Un total de cuatro figuras de 1,80 metros de altura. 

Es que, como sitio para la memoria, el lugar rinde homenaje a cuatro héroes: aquellos escobarenses que dejaron su vida defendiendo a la patria. Se trata del cabo segundo de la Armada Jorge Sosa, el cabo segundo de la Armada OrlandoDechiara, el soldado Jorge Inchauspe –condecorado con el grado inmediato de cabo segundo Pos-Mortem- y el vicecomodoro de la Fuerza Aérea Argentina Rodolfo de la Colina. 

Jorge Sosa fue uno de los argentinos que perdió la vida en esa infamia que fue el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, ataque artero que las fuerzas británicas dieron en la madrugada del 2 de mayo de 1982. El joven era vecino del barrio Lambertuchi. 

El caso de Orlando Dechiara es similar al de Sosa: vecino de la localidad de Garín, estaba a bordo del General Belgrano aquella jornada fatal. Precisamente, la calle en la que vivía lleva su nombre, a modo de homenaje. 

Por su parte, Jorge Inchauspe era un joven conscripto, uno de los tantos que fue enviado a la guerra. Clase 1962, falleció en combate el 14 de junio de 1982, en una de las últimas acciones antes de la rendición argentina. Era parte del nido 4 de ametralladoras 12,7mm, adjunta al Regimiento de Infantería 7 (Ejército Argentino) en Monte Longdon. Luego de su caída fue ascendido post mortem al grado de cabo segundo. 

Por último, Rodolfo de la Colina fue un vicecomodoro de la Fuerza Aérea que murió en combate mientras piloteaba un Lear Jet. Era vecino ocasional de Ingeniero Maschwitz, aunque no se trataba de su domicilio principal. No obstante, su nombre también quedó inmortalizado en la ciudad. 

En la plaza, los soldados están representados en acción, armados y con el uniforme de combate. Frente a ellos, la llama votiva permanece encendida en forma permanente, a modo de homenaje a quienes dieron la vida luchando por la Patria.  

Además, tal como se expresa desde el Municipio de Escobar (en su área de Turismo) el espacio cuenta con un Cenotafio confeccionado en granito rojo, sobre el cual se colocaron las placas que contienen los nombres de los 649 soldados argentinos caídos en combate.  

Sin dejar de reconocer, claro está, al resto de combatientes oriundos de Escobar que participaron de la guerra y el destino les permitió regresar. 

Cuarenta años, nada menos. Cuarenta años recordando, reivindicando, reconociendo. Cuarenta años y tantos más que pasarán reclamando la soberanía argentina en las Islas Malvinas, aquellas que “tras su manto de neblinas no las hemos de olvidar”. 

Y también cuatro décadas de aquellas tristes pérdidas para Escobar, cuatro héroes que son homenajeados en su justa medida y que marcan un rumbo que no se debe desviar. 

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Lic. Alejandro Lafourcade
revista 4Estaciones